jueves, 30 de junio de 2016

"Hablando sobre Vallejo" (Entrevista)/ Amalia Domínguez


Para estudiar a César Vallejo hay que dibujarlo, combinar el lenguaje icónico con el simbólico, ya que la suya es una poesía para verla, una poesía tridimensional, un atentado contra la linealidad del lenguaje.
Quien así se expresa es el poeta peruano Pedro Granados (Lima, Perú, 1955), estudioso de la obra vallejiana, uno de cuyos frutos es el libro Poéticas y utopías en la poesía de César Vallejo, publicado por el Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, recientemente. Granados, busca compartir sus conocimientos sobre Vallejo y su poesía, en el curso que impartirá bajo el mismo nombre de su libro, en Profética, la casa de la lectura (México), a partir de este jueves 17 de junio.

En entrevista sobre el tema, destacó que Vallejo es un poeta importante que se ha leído poco, porque es difícil. Lo que se conoce de él es el Vallejo comunista, combativo, que si bien es una arista mayor, no ha tenido la suerte de Octavio Paz, (Pablo) Neruda, y otros. De hecho lo que más se conoce de él es Los Heraldos Negros, Trilce –el libro más difícil de la poesía española-, y la compilación España, aparta de mí este cáliz, que hizo Manuel Altolaguirre, pero que el autor no conoció; sin embargo fue también un cronista extraordinario, dramaturgo y novelista, pero estas facetas poco se conocen de él. Los libros de Crónica fueron de los pocos que le dieron plata, como corresponsal de periódicos y de la agencia France Press, pero la poesía es la flor de su obra, la más interesante y bonita.

Vallejo es una gran lección para la poesía de ahora. El resuelve muchas cosas con ese espíritu de aclimatación que tenía, por eso es llamado poeta del oxímoron, los contrarios conviven en él, lo mismo los heraldos negros que los heraldos blancos, son dos ejes, uno predominando sobre el otro. Lo curioso es que Vallejo no quiere hacer literatura; cuando se pone a escribir dice, “quiero escribir pero me sale espuma”.
Por lo que se refiere a las utopías vallejianas, básicamente no es el alcanzar un mundo mejor, donde todos seamos gordos, tengamos salud y un auto. Entre otras cosas, su utopía consiste en su maternidad, Vallejo se hizo mamá, siempre le interesó lo femenino. Uno de sus versos que ilustra esto, dice: “Y hembra es el alma del ausente, y hembra es el alma mía”.

Vallejo fue un poeta de vanguardia, que combinó nihilismo, dadaísmo, siglo de oro, especialmente el barroco, la cultura andina y la literatura modernista, todo ello lo hace ser un vanguardista no deshumanizado. Por tanto es el poeta de ahora, actual, al igual que Borges, ambos son íconos de la poesía contemporánea latinoamericana, sostuvo su compatriota Pedro Granados.

 http://spanport.byu.edu/instituto_vallejiano/hablando.html

martes, 28 de junio de 2016

El "gesto" de César Vallejo/ Giorgio Agamben




Veamos la poesía que comienza Padre polvo que subes de España. Nosotros sabemos -o al menos así se dice- que esa poesía fue escrita un día de 1937 por un hombre llamado César Vallejo, que había nacido en Perú en 1892 y está ahora sepultado en el cementerio de Montparnasse en París, junto a su esposa Georgette, que lo sobrevivió muchos años y que es la responsable, según parece, de la mala edición de esa poesía y de otros escritos póstumos. Tratemos de precisar la relación que constituye esta poesía como obra de César Vallejo (o a César Vallejo como autor de esa poesía). ¿Deberemos entender esta relación en el sentido de que un día determinado, ese sentimiento particular, ese pensamiento incomparable pasaron por un instante por la mente y por el ánimo del individuo de nombre César Vallejo? Nada es menos cierto. Es probable, incluso, que sólo después de haber escrito -o mientras escribía- la poesía, ese pensamiento y ese sentimiento se volvieron para él reales, precisos e imposibles de negar como propios en todos sus detalles, en todos sus matices (así como se hicieron reales para nosotros sólo en el momento en el cual leímos la poesía).

¿Significa esto que el lugar del pensamiento y del sentimiento está en la poesía misma, en los signos que componen el texto? ¿Pero de qué modo una pasión, un pensamiento podrían estar contenidos en una hoja de papel? Por definición, un sentimiento, un pensamiento exigen un sujeto que los piense y experimente. Porque ellos se hacen presentes, ocurre entonces que alguien toma en sus manos el libro, se arriesga en la lectura. Pero eso sólo puede significar que este individuo ocupará en el poema exactamente el lugar vacío que el autor había dejado allí, que él repetirá el mismo gesto inexpresivo a través del cual el autor había testimoniado sobre su ausencia en la obra.



 

martes, 21 de junio de 2016

"César Vallejo's Ars Poética of Nonsense: A Deleuzean Reading of Trilce"/ Rolando Pérez. PDF


"La obra está en la obra" (Severo Sarduy), es la tesis que defiende aquí --aplicada en específico a Trilce I, y en contra de todo positivismo-- el profesor Rolando Pérez (Hunter College, NY).  En este sentido, tal como Alicia en el País de las Maravillas, la poética del Nonsense nos invitaría a interrumpir nuestro arduo entretamiento --y consiguientes conquistas de escalafón-- como funcionarios del sentido común e ir a la conquista de otra lógica.  No sólo preferible esta última por lo alternativa, es lo de menos; sino, sobre todo, por más acorde con nuestra libertad y dignidad en tanto seres humanos. Menos "territorialización" y más imaginación --cuando leemos a Vallejo-- parecería invocar este sugestivo y, no menos, siempre oportuno tipo de perspectiva como en la del presente ensayo. 

sábado, 18 de junio de 2016

Luis Hernández Camarero y César Vallejo


 “Spasmo-Dolviran”: ¿el último cuaderno de Luis Hernández?

Lo que en un sentido se escribe; en el otro, se intenta borrarlo: sería la poética general que distingue y acerca ambas partes de “Spasmo-Dolviran”.  Como si al humo, de la ofrenda, ya se lo estuviera llevando el viento; y con éste al propio sujeto levísimo que levanta precariamente esta escritura.  Las numerosas páginas en blanco de esta libreta, no incluidas en su totalidad en esta edición, señalarían los auténticos efectos bienhechores del analgetikum; la paz, la calma  No así la escritura, propiamente dicha, disputada --a semejanza de la poesía de César Vallejo-- por círculos concéntricos crecientes de oximorones; desde la reiterativa boutade o la paradoja, la contraescritura del dibujo, los márgenes que asedian constantemente el centro de la página… hasta este pretender borrar lo poco que se ha escrito, aunque ello quiera ser --cómo no-- siempre grato al lector.  Dar es mejor que comunicarse, no se puede escribir sobre las flores, preferible es el dulce del olvido --entre otros memorables versos de Luis Hernández que con libertad glosamos-- es lo que más se parecería a ese silencio, a esa plenitud efímera de la poesía.  A ese “estar en flor de la hora marchita” --inminencia, antesala, primicia-- que por todos lados exhala este extraordinario ¿último cuaderno?

 http://letras.s5.com/pg270411.html




miércoles, 8 de junio de 2016

El “silencio” Vallejo-Cabral de Melo Neto: un Neruda elocuente. País Cultural, No 19 (2016) 97-102


Resumen
Este ensayo se propone, por un lado, reconstruir un diálogo intelectual y artístico --en apariencia inexistente-- entre César Vallejo (1892-1938) y Joao Cabral de Melo Neto (1920-1999).  En la biografía del poeta brasileño, de modo recurrente y acaso no menos sistemático, no existe mención alguna del peruano; aunque España fuera en ambos tema y motivo fundamental de sus  respectivas obras literarias; y, según ventilaremos aquí, ambos poetas tuvieran mucho en común, repetimos, tanto en el aspecto literario como en el político de sus poemas.  Por otro lado, en cuanto desencadenante de este paralelo entre dichos autores, se analizará el poema cabralino “España en el corazón” (homónimo del poemario nerudiano editado por primera vez en1937).  Es decir, aquel poema del brasileño será el puente, de ida y vuelta, para transitar e iluminar los “silencios” entre  las poesías del brasileño y del peruano y, no menos, tornar inesperada y particularmente elocuente la poesía del chileno.
El presente trabajo se enmarca, por un lado, en el contexto de la actual literatura comparada; es decir, aquélla que: “ha dejado de lado la perspectiva historicista tradicional y su correlato --los viejos estudios de fuentes e influencias-- y ha pasado a ocuparse cada vez más del texto literario y de sus relaciones inter-literarias e interdisciplinarias” (Eduardo F. Coutinho).  Asimismo, tiene que ver con la cuestión del canon y su discusión o puesta al día o incluso puesta en valor; en particular aquí, el rol ideológico que, frente a la Guerra Civil Española,  les cupo a Pablo Neruda y César Vallejo.  Y, por último, este breve ensayo gira también alrededor de la traducción, entendida ésta, según Benjamin, como “una ampliación de la operación crítica de la lectura” (Delfina Muschietti).

Palabras clave: Poesía latinoamericana, César Vallejo y Joao Cabral de Melo Neto, César Vallejo y Pablo Neruda.

http://blog.pucp.edu.pe/blog/granadospj/2016/06/08/el-silencio-vallejo-cabral-de-melo-neto-un-neruda-elocuente-pais-cultural-no-19-2016-97-102/#more-4676


sábado, 4 de junio de 2016

Jaime Sáenz en el teleférico paceño: algunos cables de su poesía


Resumen: Acicateados por la observación de la estudiosa Mónica Velásquez: “Nada hay bien dicho sobre la relación de la obra saenzeana con autores bolivianos, latinoamericanos o universales (a excepción del texto de Wiethüchter sobre rasgos románticos en Sáenz y Pizarnik) carencia de nuestra crítica [¿sólo de Bolivia?] frecuentemente ocupada en los textos sin relacionar éstos con sus fuentes y sus pares” (2011: 16). Por lo tanto, y a modo de recoger el guante, iluminamos algunas zonas del cableado de su poesía --fuentes, coincidencias, anticipaciones-- en relación con otras de la región; muy en particular, con la de César Vallejo. Relaciones hace tiempo consolidadas; pero que pueden resultarnos novedosas e incluso insólitas tanto como las nuevas imágenes paceñas a las que nos da acceso el flamante teleférico de la capital boliviana.